Prueba Harley Davidson VRSCF V-Rod MusclePor
Jordi AymamíActualizado el 13/10/2009@10:04:50 GMT+1
En la película “Terminator II”, el implacable
androide montaba una Harley Fat Boy y hacía toda clase de diabluras con
ella. Si Terminator regresara del futuro ahora, seguramente se subiría
a una Muscle…
Incluye ficha técnica, prestaciones...Cuando
hace ya cerca de una década Harley-Davidson presentó la V-Rod, la marca
de Milwaukee sorprendió a propios y a extraños con esta moderna y
potente custom del siglo XXI por su moderno diseño, pero sobre todo por
su potente motor refrigerado por líquido que diseñó la prestigiosa
marca Porsche y que entregaba unos 110 CV (prácticamente el doble que
cualquier Harley tradicional) con mucha suavidad pero de manera
contundente.
La parte ciclo estaba a la altura del propulsor, y
la V-Rod era también estable y contaba con un equipo de frenos acorde
con su deportivo motor.
Los seguidores más puristas de la marca
dijeron que aquello no era una Harley, ni por diseño ni por finura (los
extremistas dicen que las motos de Milwaukee deben vibrar), pero la
verdad es que la V-Rod respira aires norteamericanos por todos sus
rincones.
Ha habido diferentes versiones de esta custom desde su
aparición, con el aumento de cilindrada de 1.200 a 1.254 cc, pero esta
Muscle es la primera gran evolución desde que esta familia vio la luz.
La
estética ha sufrido una profunda y agraciada revisión. Sin desmerecer
en absoluto a la V-Rod tradicional, la Muscle es más atractiva y
contemporánea. Con el inmenso neumático trasero de 240 mm, los escapes
lado a lado y el piloto de leds integrado bajo el colín, esta Harley
tiene aspecto de dragster e intimida. Llevando la Muscle por la calle
serás el causante de que muchas cabezas se giren y habrá que estar
preparado para ser blanco de abundantes preguntas…
La V-Rod es, con
la XR 1200, la única Harley con cuentavueltas de serie (son las
deportivas de la marca americana), y dada la facilidad que tiene el
motor Porsche para subir de vueltas, está más que justificado. La
instrumentación es relativamente completa, habituados al único reloj de
las clásicas, con nivel de gasolina, además del tacómetro y del
velocímetro.
La óptica es doble superpuesta, con tecnología
Multiconvex en ambos faros y con buen rendimiento. La instrumentación
es completa para una custom, con tacómetro, algo casi imprescindible en
este propulsor que sube tan bien de vueltas.
Curiosa, la
ubicación del depósito bajo el asiento, que bascula sobre una bisagra
para acceder al tapón. Debajo del falso depósito está el filtro de aire.
Muy atractivaMoverse
por ciudad con la Muscle no es lo ideal, porque a su peso, gran
longitud y ancho manillar, ahora se une el descomunal neumático trasero
de 240 mm, gran protagonista de esta moto y que le otorga este aspecto
de dragster, aunque por el contrario le resta una buena dosis de
agilidad. Eso sí, todo el conjunto de la V-Rod Muscle causa una gran
expectación. Serás el rey de los semáforos y de las terrazas, de eso no
hay duda.
Como ya hemos comentado, en la urbe no se siente a
gusto y notas cómo el 240 trasero se empeña en mandar. Terminas por
efectuar una conducción bastante automovilística, porque no tienes
mucha opción. Eso sí, a menos que te encuentres algún pepino de 180 CV,
en los semáforos puedes salir como Dani Pedrosa, sorprendiendo a
aquellos que te miraban de reojo, pensando que llevabas una tranquila
Fat Boy tuneada…
Reconozco que es un tema personal, pero me cuesta
habituarme a llevar los pies por ahí delante. Será porque mido 1,70 y
lo de llevar pies y brazos estirados hacia tan adelante me provoca
incomodidad, más sin llevar un respaldo alto, y me acaban doliendo los
riñones. En autopista, a esto se suma la exposición al aire, lo que
invita a mantenerse dentro de los márgenes legales de velocidad. Por
suerte, el V60 no emite casi vibraciones, y el asiento es ancho y
confortable… por lo menos para el conductor. El pasajero dispone de uno
bastante más pequeño y delgado, sus estriberas no vienen forradas con
goma y, desde luego, nada de asas. El/la acompañante se tendrá que
agarrar bien al conductor, cosa que, dependiendo de a quién llevemos,
tampoco está tan mal…
Las posibilidades deportivas de la Muscle son
reales, pero condicionadas en demasía por el enorme balón trasero.
Comparada con las V-Rod anteriores, que calzaban un 180 detrás –si la
memoria no nos falla–, con el 240 hay que usar tanto el manillar como
las estriberas para lograr introducir con soltura la moto en curva.
Contando con que la distancia entre ejes es larga, también hay
tendencia a salir largos, por lo que hay que anticipar notablemente la
entrada en curva. Al cabo de poco te haces a este juego, y es posible
conseguir un ritmo considerablemente elevado, gracias también a que la
Muscle frena bien y a que sale con energía de las curvas.
El
motor tiene potencia más que suficiente para ofrecer buenas
aceleraciones y recuperaciones –es capaz de salir desde 2.000 vueltas
sin demasiados problemas– y la estabilidad es satisfactoria, sobre todo
en buenos asfaltos. Lo que diferencia especialmente este motor de los
clásicos propulsores de Milwaukee, dejando de lado la potencia pura, es
la rapidez en subir de vueltas y el número de ellas que es capaz de
alcanzar con gran facilidad. El que espere encontrar cualquier parecido
con los personalísimos bicilíndricos norteamericanos y su pot-pot-pot,
que se olvide… En firmes bacheados, la suspensión se muestra algo
blanda, especialmente en lo concerniente a la pareja de amortiguadores
traseros, cuyo recorrido corto puede llegar a hacer algún tope si vamos
fuertes sobre ese tipo de superficies.
Donde será posible
sacarle todo el jugo es en las carreteras bien asfaltadas y con curvas
rápidas. Aquí, el límite lo impondrán las estriberas, que acabarán por
rozar el asfalto, en especial en curvas largas, aunque por suerte no
están situadas tan bajas como en algunas hermanas de marca.
Una Harley diferenteSeguramente,
esta Muscle no será el objetivo del clásico comprador de Harley, que
preferirá una Sportster, una Fat Boy o una Road King, por poner
ejemplos de la gama clásica de las motos americanas. No, esta V-Rod va
destinada a aquellos que quieran ser clientes de la marca, pero sin
renunciar a las prestaciones ni al espectáculo, con una moto con pinta
de dragster que va a ser la envidia del vecindario. Una Harley que
sería la moto ideal del nuevo Terminator…
Solo +
- Estética impactante.
- Motor potente, elástico y fino.
- Buenos frenos.
- Asiento cómodo.
- Buena estabilidad.
Solo -
- Agilidad en ciudad y carreteras reviradas.
- Peso considerable.
- Posición extrema.
- Precio muy elevado.
CÓMO VA EN...CIUDADCon la enorme distancia entre ejes, el ancho manillar y el elevado peso, la ciudad no es su medio natural.
CARRETERAMagnífico motor, potente, elástico y fino. Buena estabilidad y buenos frenos, aunque le falta agilidad.
AUTOPISTALa total ausencia de vibraciones y el confortable asiento permiten viajar sin problemas, incluso a dúo.